.. me pregunto mientras corono uno de los múltiples adoquines de las obras que, como setas, brotan en Valdemoro. Siempre he tenido la necesidad de subir a lo más alto desde mi más tierna infancia; de esto puede dar fe mi madre, que sólo le falto rodear con alambre de espino la cuna para impedir que escalara por ella. Poco a poco fuí ganando altura: los castillos de los juegos infantiles (que morrazos me he dado en ellos); las lomas de la montaña artificial del Retiro, el ático de mi casa (le mangué las llaves a mi padre cuando fué presidente de la comunidad); y la consagración con mis primeras montañas: la primera, la bola del mundo; luego llegó Peñalara, el circo de Gredos, los Pirineos de Lérida y mi techo: al lado de la cumbre del Mont Blanc.
Supongo que me impulsa la sensación de libertad, de escapar de los límites horizontales, eso sí, con los pies en tierra; y una morbosa sensación de "poder", de un dominio efímero y teórico de la aparente pequeñez y fragilidad de lo que se encuentra a mis pies, como cuando miras una maqueta desde arriba; en esos momentos miro por encima de mi hombro, quizás esperando encontrar a un Satanás que me ofrezca todo lo que se encuentra a mis pies..
Rápidamente giro de nuevo la cabeza para seguir recreándome en la mejor manera de contemplar los paisajes y soñar con seguir llegando más alto.
Lo más alto que he llegado: 3.842 m, en el mirador de Aguille du Midi, a 1.000 metros de la cima del Mont Blanc; Septiembre 2003
4 comentarios:
¿Te has dado cuenta de que esas dos fotos las he hecho yo?
Hecho de menos a mi compañero "Cabra", a ver cuando retomamos viejos habitos.
Un abrazo
¡Sí señor, fiel sherpa! hay muchas cumbres por subir todaví; p.ej; tenemos pendiente el pico del Águila..
Los diccionarios oníricos dicen que soñar con montañas significa un anhelo de poder y fuerza para enfrentarnos a los problemas que nos vamos encontrando.
Vamos, que las ven como un escudo...
Para Freud, que adoraba, como tú, las montañas, eran un símbolo de protección materna.
O sea, que según él,buscas cobijo.
Yo me dejaría de interpretaciones y seguiría buscando cimas, o por qué no, a ver si encuentras la Montaña Mágica... ;-)
PD. La verdadera explicación a tu pasión por las montañas: todas las cabras tiran al monte... JUOJUOJUO
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