jueves, 21 de agosto de 2008

ESENCIAS




Una entrada en el blog hermano/a de Ushuaia me ha motivado a desarrollar la idea. Se apuntaba la noción del alma de los objetos , basado en la "personalidad" que transfiere el artista a su obra y la "esencia" que todas las personas imprimen en los objetos personales que usan a menudo o a los que emocional o psicológicamente están unidos. En cierta manera, esos objetos personales serían"extensiones nuestras" tanto en lo somático como en los psico. No es ciencia ficción: hay personas sensitivas , clarividentes,perceptivas que ayudan a la policía o a familiares a localizar a alguna persona desaparecida o muerta.

A a nivel profano, he sentido una sensación curiosa de de acercamiento al acercarme a objetos personales de mis abuelos desaparecidos, o a fotos en las que aparecían.

Posiblemente el cerebro libere unos mecanismos psicológicos y emocionales que mezcle con los recuerdos, quizá químico; que nuestra componente animal nos haga percibir el aroma que marca el territorio; o quizá forma de comunicación no física.

El hombre sigue siendo un misterio extraordinario.

miércoles, 20 de agosto de 2008

HORIZONTES LEJANOS





Largas vacaciones ciberneticas, amigo. Tiempo que he dedicado en recorrer lugares llenos de historia, cultura y parajes pintorescos en los paréntesis insertados entre mis obligaciones laborales. Cada vez estoy más convencido de que el tiempo empleado en descubrir, recuperar o revivir lugares es el que más enriquece y aporta a nivel personal.

No es más ciego quien no ve, sino quien no quiere ver más allá de sus narices. Y el desarrollo personal integral se va componiendo de jirones de aquí y de allá, de historias vividas y conocidas que dan puntadas con hilo de la sabiduría y entendimiento individual. Y te sientes mejor persona; como dijo Unamuno; el racismo es un mal que se cura viajando.


La vida es muy corta: No tienes tiempo para leer todos los libros que desearías y conocer todos los lugares que anhelas; y cuando tienes tiempo, no tienes dinero, se argumenta.

Pero los recuerdos son el mágico alimento de los sueños, por lo que volveré a pisar las entrincadas callejas venecianas, la explosión de sensaciones que me acompañan en la acensión de una de las montañas que he pisado y saturarme de tonos azules imposibles en las cálidas aguas del caribe.